Ingredientes:
Un poquito de aceite
Panceta adobada y
seca de buena calidad
Elaboración
Tradicional:
Poner a secar la
panceta en un lugar seco y fresco. Dejar unas 24 horas para que la corteza se
seque bien, esto es importante para que luego salgan esas burbujas tan
características del torrezno. Una vez que la panceta se ha oreado, cortarla con un cuchillo bien afilado en tiras
de 1,5 cm de ancho aproximadamente, cuesta un poco, por la
corteza. La forma más sencilla de cortarla, es hacer una marca por donde se
desea cortar, el grosor y levantar la pieza, de lado con la piel hacia nosotros
e ir cortando así todas las lonchas. Colocar una sartén onda o una cazuela baja
con un poco de aceite solo cubrir el fondo y a fuego bajo, al mínimo. Después
en la misma sartén colocar las lochas de panceta una junto a la otra y con la
piel abajo, de tal forma que se sujeten entre ellas, para que no se caigan.
Freír así al mínimo durante al menos, unos 20 minutos o hasta que se observe
que van apareciendo las burbujas en la corteza (conseguir este punto es lo más
difícil). Llegado este punto es hora de freír a fuego vivo; para ello, tumbar
los torreznos y subir el fuego. A fuego alto que no humeante dorar los
torreznos por ambos lados dándole el dorado que se desee, (de 5 - 10 minutos
por ambos lados aproximadamente); y siempre vigilando el fuego para que no se
quemen los torreznos. Una vez que ya están fritos y crujientes, sacarlos a un plato con papel de cocina para
quitar el exceso de grasa, dejar que se atemperen y listos para comer. Se
pueden comer tanto calientes como fríos.
Aclaraciones:
Se puede realizar la
fritura en freidora, realizando una doble fritura, primero a temperatura baja
de unos 120º C con la corteza hacia abajo, y una vez que se hayan obtenido las
características burbujas, subir el cestillo y calentar el aceite a 180º C
sumergiéndolos después en esa temperatura hasta que estén dorados.