Ingredientes:
10 g de sal
500 g de harina de
fuerza
100 g de azúcar
18 g de levadura
seca de panadero
La ralladura de un
limón y medio
La ralladura de una
naranja y media
20 g de agua de
azahar
60 g de huevo (1
tamaño L)
200 g de leche
entera
120 g de mantequilla
fría
Ingredientes para la
decoración:
Frutas escarchadas
Guindas escarchadas
o en almíbar (escurridas)
Almendra laminada
Azúcar bolado
1 huevo para
pincelar el roscón
Elaboración Tradicional:
Poner en un bol
todos los ingredientes secos como la harina, la levadura, la sal pero sin tocar
a la levadura y el azúcar. Incorporar poco a poco el agua de azahar, el huevo
ligeramente batido y la leche. Amasar todo el conjunto durante unos 10 minutos a
velocidad media-baja con el gancho si se hace en amasadora, hasta que se forme
una masa homogénea que se despegue de las paredes del bol, o hasta obtener una
masa suave y homogénea si se hace a mano aplicando el amasado de bola.
Incorporar la mantequilla recién sacada de la nevera y cortada a dados que tiene que estar muy fría, integrándola
poco a poco. Amasar hasta que se integre
bien la mantequilla y se forme una masa homogénea, lisa, nada pegajosa, fina y
muy elástica. Este amasado puede llevar
unos 20 minutos de amasado a máquina. Por lo que es conveniente hacerlo a
intervalos de 5 minutos y dejándola descansar 3 por intervalo. Esto es importante para que la masa no se
caliente demasiado y, por lo tanto, no quede pegajosa y coja la consistencia
correcta. En caso de amasar a mano es importante aplicar un amasado francés
también a intervalos. Amasar ahora a mano la masa plegándola varias veces sobre
sí misma y posteriormente estirándola de los lados hacia la parte inferior. La
masa estará lista cuando al coger un trozo y estirarlo, este forme como una
sábana semi-transparente y muy elástica. Dejar reposar la masa durante 10
minutos en un bol tapado con film. Formar una o dos bolas (dependiendo de si se
va a hacer un roscón grande o dos pequeños, cogiendo masa del exterior y
llevándola al centro ir remetiendo la masa hasta forma una bola; luego darle la
vuelta y girarla unas cuantas veces con las dos manos para que quede una bola
bonita. Una vez la bola hecha, formar el roscón; esta parte es muy importante
ya que dependiendo de lo bien que se haga aquí, quedará un bonito o feo roscón.
El procedimiento es muy sencillo. Meter los dedos ligeramente engrasados por el
centro de la bola, haciendo el hueco. Una vez hecho el hueco, agarrar la masa y
sujetarla con la mano, levantándola en el aire mientras se va girando al mismo
tiempo para que el agujero se vaya ensanchando con su propio peso. Esta parte
es conveniente hacerla despacio y con sumo cuidado. Hay que dejar un agujero
central bastante grande ya que luego con el levado se cerrará si este es
pequeño. Colocar el roscón ya formado en la bandeja de horno cubierta con papel
vegetal. Tapar con un paño ligeramente humedecido y dejar levar de nuevo hasta
que haya doblado el volumen. Una vez levado el roscón, pincelar con huevo
batido, decorar con las frutas y el azúcar bolao. Cocer en el horno
precalentado a 180º C durante unos 12 o 15 minutos, con mismo suelo que techo y
vigilando con cuidado pues suele tostarse por arriba. Si esto ocurre tapar con
papel de aluminio. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Elaboración en
Thermomix®:
Poner en el vaso
todos los ingredientes secos como la harina, la levadura, la sal pero sin tocar
a la levadura y el azúcar. Incorporar el agua de azahar, el huevo ligeramente
batido y la leche. Mezclar 5 segundos en velocidad 6 y amasar todo el conjunto durante unos 2 minutos a velocidad espiga, hasta que
se forme una masa homogénea que se despegue de las paredes del vaso, o hasta
obtener una masa suave y homogénea si se hace a mano aplicando el amasado de
bola. Incorporar la mantequilla recién sacada de la nevera y cortada a
dados que tiene que estar muy fría,
integrándola poco a poco a velocidad
espiga. Amasar hasta que se integre
bien la mantequilla y se forme una masa homogénea, lisa, nada pegajosa, fina y
muy elástica. Sacar y amasar a mano. Es
importante aplicar un amasado francés también a intervalos. Amasar ahora a mano
la masa plegándola varias veces sobre sí misma y posteriormente estirándola de
los lados hacia la parte inferior. La masa estará lista cuando al coger un
trozo y estirarlo, este forme como una sábana semi-transparente y muy elástica.
Dejar reposar la masa durante 10 minutos en un bol tapado con film. Formar una
o dos bolas (dependiendo de si se va a hacer un roscón grande o dos pequeños,
cogiendo masa del exterior y llevándola al centro ir remetiendo la masa hasta
forma una bola; luego darle la vuelta y girarla unas cuantas veces con las dos
manos para que quede una bola bonita. Una vez la bola hecha, formar el roscón;
esta parte es muy importante ya que dependiendo de lo bien que se haga aquí,
quedará un bonito o feo roscón. El procedimiento es muy sencillo. Meter los
dedos ligeramente engrasados por el centro de la bola, haciendo el hueco. Una
vez hecho el hueco, agarrar la masa y sujetarla con la mano, levantándola en el
aire mientras se va girando al mismo tiempo para que el agujero se vaya
ensanchando con su propio peso. Esta parte es conveniente hacerla despacio y
con sumo cuidado. Hay que dejar un agujero central bastante grande ya que luego
con el levado se cerrará si este es pequeño. Colocar el roscón ya formado en la
bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Tapar con un paño ligeramente
humedecido y dejar levar de nuevo hasta que haya doblado el volumen. Una vez
levado el roscón, pincelar con huevo batido, decorar con las frutas y el azúcar
bolao. Cocer en el horno precalentado a 180º C durante unos 12 o 15 minutos,
con mismo suelo que techo y vigilando con cuidado pues suele tostarse por
arriba. Si esto ocurre tapar con papel de aluminio. Sacar del horno y dejar
enfriar sobre una rejilla.
Aclaraciones:
Una vez elaborado,
el roscón se puede rellenar de nata montada, trufa, crema pastelera, crema
pastelera caramelizada y nata … etc.