Ingredientes:
½ kilo de patatas
1 huevo
150 gramos de harina
Nuez moscada
Sal
Elaboración Tradicional:
Hervir las patatas sin pelar, a
continuación cuando estén templadas, quitarles la piel y pasarlas por el
pasapurés. Disponer la masa resultante (el puré de patatas) sobre una
superficie de trabajo. Formar un montoncito con la pasta y en el centro hacer
un hueco para introducir el huevo cascado; condimentar todo el conjunto con
sal, añadir la mitad de la harina y terminar espolvoreando un poco de nuez
moscada. Amasar el compuesto e introducir de vez en cuando un poco más de
harina hasta acabarla. Para saber si la masa está ya en su punto, bastará con ver
que no se pega en las manos, pero además se debe verificar que realmente es así
y la mejor manera es cortar la masa por la mitad para comprobar que este bien
compacta. Dividir la pasta en varios trozos y cada trozo hacer un cilindro
haciéndolo rodar hacia delante y hacia atrás. Enharinar la superficie donde se
van a elaborar los cilindros, estos deberían tener como mucho un par de
centímetros de diámetro para que los ñoquis sean los adecuados. Cuando ya están
todos los cilindros formados, se disponen en filas paralelas para cortarlos en
trocitos de un par de centímetros con la ayuda de un cuchillo enharinado. Ahora
hay que decidir que forma darle a los ñoquis, con forma espiral, ondulada, etc.
Después basta con cocerlos en una gran olla con abundante agua hirviendo.
Cuando los ñoquis empiezan a flotar sobre la superficie del agua, añade un poco
de agua fría para que se interrumpa el hervor y con la ayuda de una rasera, sacarlos
y escurrirlos, seguidamente, rectifícalos de sal y ya están listos para
aderezar.