Ingredientes para los bizcochos de soletilla:
150 g de
yemas
250 g de
azúcar (50 + 200)
225 g de
claras
275 g de
harina floja
Azúcar glas
para espolvorear
Ingredientes para el almíbar de calar los
bizcochos:
300 g de
café concentrado
200 g de
amaretto, vino de Marsala, quina o incluso Bailey
150 g de
azúcar
Ingredientes para la crema:
250 g de queso
mascarpone
500 g de
nata
100 g de
azúcar
Ingredientes para decorar:
Cacao en
polvo para espolvorear
Elaboración Tradicional:
Con los
ingredientes de los bizcochos de soletilla elaborar unos bizcochos de soletilla
según la receta base; para ello, batir las yemas junto con los 50 g de azúcar
hasta que blanqueen y reservar. Con las claras y el azúcar restante (200 g) hacer
un merengue a punto de nieve. Mezclar las yemas y el merengue con suavidad.
Posteriormente agregar la harina tamizada con cuidado de que no desesponje y se
baje. Poner en una manga pastelera con boquilla lisa y ancha. Escudillar sobre
una bandeja de horno forrada con papel vegetal, tiras de unos10 cm dejando una
separación entre ellas de 4 centímetros. Espolvorear con azúcar glas y cocer en
el horno precalentado a 200º C durante 10 o 15 minutos. Mezclar los
ingredientes de calar el bizcocho llevar a ebullición durante unos minutos y
reservar. Elaborar la crema poniendo a montar con las varillas el queso con la
nata, el azúcar y unas 3 o 4 cucharadas del almíbar de café usado para calar
los bizcochos. Reservar. Comenzar a montar la tarta, poniendo en la base del
aro forrado de acetato una capa de bizcochos, calarlos bien con el café, y
extender una capa de crema dejando que caiga algo por los bordes. Tapar con
otra capa de bizcochos, calar nuevamente y repartir otro poco de crema, hasta
que quede cubierto. Tapar con nuevamente con bizcochos, calarlos, y verter
encima el resto de la crema hasta finalizarla. Meter la tarta sin desmoldar en
la nevera hasta que haya cogido cuerpo. Desmoldar, espolvorear con cacao en
polvo por encima.
Elaboración en Thermomix®:
Con los
ingredientes de los bizcochos de soletilla elaborar unos bizcochos de soletilla
según la receta base; para ello, poner la
mariposa en las cuchillas, agregar las claras junto con 200 g de azúcar y
montar durante 6 minutos a 37º C en velocidad 3 ½,
pasado este tiempo programar otros 6 minutos a la misma velocidad pero sin temperatura. Sacar y
reservar. Poner las yemas y 50 g de azúcar y montar a velocidad 3
½ durante 5 minutos hasta
que blanqueen. Agregar poco a poco y con ayuda de la espátula a las claras.
Agregar muy despacio la harina con ayuda de la espátula y movimientos
envolventes con cuidado de que no desesponje y se baje. Poner en una manga
pastelera con boquilla lisa y ancha. Escudillar sobre una bandeja de horno
forrada con papel vegetal, tiras de unos 10 cm dejando una separación entre
ellas de 4 centímetros. Espolvorear con azúcar glas y cocer en el horno
precalentado a 200º C durante 10 o 15 minutos. En el vaso poner los ingredientes
del almíbar y programar durante 5
minutos a temperatura 120º C en velocidad 2. Reservar. Elaborar la crema
poniendo a montar el queso con la nata, el azúcar y unas 3 o 4 cucharadas del
almíbar de café usado para calar los bizcochos. Poner los ingredientes de la
crema en el vaso y con la mariposa
puesta en las cuchillas poner la máquina a velocidad 3 ½ vigilando por el bocal, hasta que esté montada la
crema. Reservar. Comenzar a montar la tarta, poniendo en la base del aro
forrado de acetato una capa de bizcochos, calarlos bien con el café, y extender
una capa de crema dejando que caiga algo por los bordes. Tapar con otra capa de
bizcochos, calar nuevamente y repartir otro poco de crema, hasta que quede
cubierto. Tapar con nuevamente con bizcochos, calarlos, y verter encima el
resto de la crema hasta finalizarla. Meter la tarta sin desmoldar en la nevera
hasta que haya cogido cuerpo. Desmoldar, espolvorear con cacao en polvo por
encima.
Aclaraciones:
Los
bizcochos de soletilla pueden ser comerciales, evitando trabajo y tiempo en la
elaboración de la tarta.
El licor,
aunque según entendidos lleva vino de Marsala, se le puede sustituir por un
amaretto o un vino quinado ya que el Marsala es difícil de encontrar en España