Ingredientes:
625 g. de harina de fuerza
35 g. de levadura de panadero
7 g. de sal
150 g. de azúcar
240 g. de leche
65 g. de manteca de cerdo
un trocito de canela en rama
ralladura de limón
10 g de matalahúva molida o en grano.
100 g. de anís dulce
3 -4 huevos
aceite de girasol para freírlos
Elaboración Tradicional:
Infusionar con la leche a fuego suave el trocito de canela y la matalahúva, una vez infusionado, colar, reservar y dejar templar. En un bol grande poner la harina, el azúcar, la manteca de cerdo en daditos, la sal y la levadura desmenuzada, cuando este todo bien mezclado añadir la leche infusionada que esté tibia para que se incorpore bien a la masa; seguidamente añadir la piel del limón rallada y el anís dulce, ir amasando y añadiendo los huevos de uno en uno no poniendo el siguiente hasta que no esté integrado el huevo anterior, mezclando bien hasta que la masa absorba los huevos. (Dependiendo de la fuerza de la harina y el tamaño de los huevos puede necesitar más o menos cantidad de huevo). Poner la masa en un bol grande y dejar reposar tapada con un paño húmedo, dejándola mínimo de dos horas, hasta que haya doblado el volumen (si se tiene fermentadora, unos 30 minutos a 30º con un 70% de humedad). Una vez la masa ya ha doblado volumen hacer bolitas de unos 20 g y pasar el dedo dentro de la masa con el dedo untado en aceite, para formar las rosquillas, colocándolas encima de la encimera. Mientras tanto poner el aceite en una sartén, cuando este humeante a unos 150º - 160º (no demasiado caliente porque doran enseguida y quedarían crudos por dentro) empezar a freír los buñuelos. En caliente, rebozar con azúcar grano. Si se quiere se pueden rociar con un poco de anís y luego rebozarlos en azúcar.
Receta facilitada por Anna Beltran Fabregat