domingo, 3 de diciembre de 2017

ROSCOS DE VINO DE MÁLAGA (OTRA FÓRMULA)



Ingredientes:

1000 g de harina floja
250 g de vino dulce de Málaga
250 g de vino blanco
250 g de aceite de oliva virgen extra
250 g de azúcar
250 g de azúcar glas
16 g de levadura química en polvo
5 g de Matalahúva
150 gramos de almendras 
5 g de Canela molida

Elaboración Tradicional:

Comenzar calentando el aceite de oliva en una sartén. Añadirle el matalahúva y freír durante unos segundos. Pasar el aceite por un colador para quitarle el matalahúva y colocarlo en un recipiente amplio. Añadirle el vino dulce y el vino blanco junto con el azúcar. Triturar las almendras en un mortero y añadirlas a la masa junto con la canela molida, la levadura química y la harina. Trabajar bien la masa hasta que quede elástica y no se pegue en los dedos. Dejar reposar durante 1 hora. Una vez reposada, estirarla con un rodillo y con un cortapastas darle forma a los roscos. Colocarlos en una bandeja de horno y hornear en el horno precalentado a 200º hasta que queden tostados durante unos 15 minutos. Sacar sobre una rejilla y dejar enfriar completamente. Para que el azúcar glas quede bien impregnado se suelen pasar por un almíbar de anís y agua antes de rebozarlos.

Elaboración en Thermomix®:

Comenzar calentando el aceite de oliva durante 4 minutos a temperatura Varoma en velocidad 2. Añadirle el matalahúva y freír durante unos segundos. Pasar el aceite por un colador para quitarle el matalahúva. Con el vaso sin lavar, picar las almendras durante 5 segundos en velocidad 5. Poner el aceite junto con las almendras en el vaso. Añadirle el vino dulce y el vino blanco junto con el azúcar. Incorporar la canela molida, la levadura química y la harina. Amasar durante 1 minuto en velocidad espiga. Dejar reposar durante 1 hora. Una vez reposada, estirarla con un rodillo y con un cortapastas darle forma a los roscos. Colocarlos en una bandeja de horno y hornear en el horno precalentado a 200º hasta que queden tostados durante unos 15 minutos. Sacar sobre una rejilla y dejar enfriar completamente. Para que el azúcar glas quede bien impregnado se suelen pasar por un almíbar de anís y agua antes de rebozarlos.