Ingredientes:
100 g de vino blanco
100 g de agua templada
100 g de aceite de girasol
2 g de sal
500 g de harina de repostería
La piel de una naranja
Para Freír:
Aceite de girasol
Para rebozar una vez fritos:
Azúcar
Canela en polvo
Elaboración Tradicional:
Rallar la piel de naranja, sin nada de parte blanca; colocarla en un cuenco grande, mezclándola con la harina. Hacer un hueco en el centro en forma de volcán e incorporar al agua, el vino, el aceite y la sal en el centro. Poco a poco y desde el centro ir incorporando la harina y amasar hasta obtener una masa suave, fina y elástica. Tapar con film transparente. Reposar la masa unos 20 minutos. Formar pequeñas bolas de masa del tamaño de una nuez y con ayuda del rodillo o las manos extenderlas hasta dejarlas muy finas. Freír en abundante aceite caliente a 160º, dándoles una vuelta para que se doren por ambos lados. Retirarlas a una rejilla o papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Rebozar con azúcar y canela
Elaboración en Thermomix:
Rallar la piel de naranja, sin nada de parte blanca durante 10 segundos en velocidad 10. Incorporar al agua, el vino, el aceite y la sal. Programar 1 minuto, a 37º en velocidad 2. Agregar la harina y programar 1 minuto, en velocidad espiga. Retirar la masa del vaso, colocarla en un plato o cuenco y tapar con film transparente. Reposar la masa unos 20 minutos. Formar pequeñas bolas de masa del tamaño de una nuez y con ayuda del rodillo o las manos extenderlas hasta dejarlas muy finas. Freír en abundante aceite caliente a 160º, dándoles una vuelta para que se doren por ambos lados. Retirarlas a una rejilla o papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Rebozar con azúcar y canela