Ingredientes:
600 g de harina de
fuerza
100 g de azúcar
glass
100 g de mantequilla
en pomada
20 g de miel o de
azúcar invertido
300 g de nata
líquida
12 g de levadura
fresca
1 huevo
Ingredientes para la
finalización:
Mantequilla
Azúcar glass para
espolvorear
Elaboración
Tradicional:
En un cuenco amplio
tamizar la harina junto con el azúcar
glass. Hacer un hueco en el centro en forma de volcán y añadir la mantequilla
en trozos y la miel o el azúcar invertido.
Calentar ligeramente la nata y desleir en ella la levadura, añadiendo
este conjunto a la mezcla anterior, junto con el huevo ligeramente batido.
Mezclar todo y amasar hasta tener todos los ingredientes integrados y conseguir
una masa suave, fina y elástica. Tapar
el bol con film transparente y dejar reposar media hora. Transcurrido el
tiempo, volver a amasar durante 5
minutos. Tapar de nuevo el bol y dejar fermentar durante unos 30 minutos a 30ºC
con un 70% de humedad, o bien guardar en el frigorífico hasta el día siguiente.
Untar la mesa de trabajo ligeramente con mantequilla o aceite de girasol, sacar
la masa y extenderla con el rodillo
dejándola fina a unos 2 o 3 milímetros de grosor y formando un rectángulo
grande. Cortar la masa en triángulos alargados con un cuchillo afilado y
enrollarlos sobre si mismos desde la parte más ancha hasta la punta, como si
fuera un croissant. Irlos colocando sobre la bandeja del horno cubierta con
papel vegetal. Dejar reposar y fermentar durante 30 minutos a 30º con un 70% de
humedad, hasta que hayan doblado el volumen. Mientras precalentar el horno a
180º C y cocer durante unos 15 o 20 minutos hasta que estén dorados. Sacar,
dejar entibiar y espolvorear con azúcar glas.
Elaboración en Thermomix®:
En el vaso poner la
harina junto con el azúcar glass. Hacer
un hueco en el centro en forma de volcán y añadir la mantequilla en trozos y la
miel o el azúcar invertido. Calentar
ligeramente la nata y desleir en ella la levadura, añadiendo este conjunto a la
mezcla anterior, junto con el huevo ligeramente batido. Mezclar todo durante 5 segundos en velocidad 6 y amasar
durante 1 minuto a velocidad espiga,
hasta tener todos los ingredientes integrados y conseguir una masa suave, fina
y elástica. Sin sacar del vaso, dejar reposar media hora. Transcurrido el
tiempo, volver a amasar durante 30 segundos a velocidad espiga. Sacar y poner en un cuenco. Tapar el bol y
dejar fermentar durante unos 30 minutos a 30ºC con un 70% de humedad, o bien
guardar en el frigorífico hasta el día siguiente. Untar la mesa de trabajo
ligeramente con mantequilla o aceite de girasol, sacar la masa y extenderla con el rodillo dejándola fina a
unos 2 o 3 milímetros de grosor y formando un rectángulo grande. Cortar la masa
en triángulos alargados con un cuchillo afilado y enrollarlos sobre si mismos
desde la parte más ancha hasta la punta, como si fuera un croissant. Irlos
colocando sobre la bandeja del horno cubierta con papel vegetal. Dejar reposar
y fermentar durante 30 minutos a 30º con un 70% de humedad, hasta que hayan
doblado el volumen. Mientras precalentar el horno a 180º C y cocer durante unos
15 o 20 minutos hasta que estén dorados. Sacar, dejar entibiar y espolvorear
con azúcar glas.