Ingredientes: 160 g
de azúcar 2
huevos 100 g
de licor anís 100 g
de aceite de girasol 50 g de
leche 16 g de
impulsor 500
gde harina floja Aceite
de girasol para freír Elaboración
Tradicional: En un
cuenco amplio, mezclar los huevos con el azúcar y batir ligeramente. Agregar el
anís, el aceite junto con la leche y remover. Agregar poco a poco la harina
tamizada junto con el impulsor mezclando bien (el peso de la harina puede
variar levemente). Ir trabajando la masa hasta obtener una masa fina, elástica
y que no se pegue a las manos. Tapar con un paño y dejar reposar durante al
menos 1 hora. Poner a calentar abundante aceite de girasol a unos 160º C.
Mientras ir formando las rosquillas, formando bolas de masa de unos 30 g hacer
el agujero en el centro abriendo un hueco con ayuda del pulgar, abrir la
rosquilla y freír en el aceite. Procurar no darle demasiadas veces la vuelta,
ya que la rosquilla sola dice cuando está hecha para darle la vuelta. Freírlas
por ambos lados y sacar sobre papel absorbente o en un cestillo para que
escurran. Elaboración
en Thermomix®: Mezclar
en el vaso los huevos con el azúcar y batir durante 20 segundos en velocidad 4. Añadir la leche y el aceite durante 30 segundos en velocidad 3. Sin parar
la máquina, agregar el anís. Agregar la harina tamizada junto con el impulsor
mezclando bien (el peso de la harina puede variar levemente) y amasar durante 30 segundos en velocidad espiga. Ir
trabajando la masa hasta obtener una masa fina, elástica y que no se pegue a
las manos. Tapar con un paño y dejar reposar durante al menos 1 hora. Poner a
calentar abundante aceite de girasol a unos 160º C. Mientras ir formando las
rosquillas, formando bolas de masa de unos 30 g hacer el agujero en el centro
abriendo un hueco con ayuda del pulgar, abrir la rosquilla y freír en el
aceite. Procurar no darle demasiadas veces la vuelta, ya que la rosquilla sola
dice cuando está hecha para darle la vuelta. Freírlas por ambos lados y sacar
sobre papel absorbente o en un cestillo para que escurran.