Ingredientes:
2 huevos
por comensal
1 patata
por comensal
150 g de
chorizo fresco para freír por comensal
Aceite de
oliva
Aceite de
girasol
Elaboración
Tradicional:
Pelar las
patatas lavarlas bien y cortarlas a la española (rectangulares de un centímetro
de lado por unos 8 de largo) y ponerlas a pochar en abundante aceite de girasol
a 150º sin que tome color con antelación, para en el momento de su uso darle un
segundo baño a 180º para que se doren y queden jugosas por dentro y crujientes
por fuera. Mientras se cocinan las patatas, quitarle la tripa al chorizo,
cortarlo en rodajas de unos dos centímetros
y ponerlos en la sartén a freír con un poco de aceite, hasta que estén hechos
por ambas caras. En otra sartén poner a calentar abundante aceite de oliva (uno
o dos centímetros de aceite). Cascar un huevo sobre un cuenco e incorporarlo al
aceite que ha de estar bien caliente. Mantener el huevo en el aceite sin
tocarlo hasta ver la clara cuajada (puede ser con los bordes dorados; también llamados
puntilla) y que el huevo empieza a flotar en el aceite. Esparcir con ayuda de
la espumadera un poco de aceite caliente sobre la yema para que se haga
ligeramente la superficie. Deberán presentarse con los bordes de la clara bien
dorados, la clara blanca y sólida, y la yema líquida, centrada y con su color
bien vivo. Retirar de la sartén, escurrir bien de aceite, sazonar y servir
inmediatamente a la elaboración, siempre en caliente acompañados con el chorizo
frito y las patatas fritas.
Problemas
que pueden surgir y aclaraciones:
Si la clara
se extiende mucho y estalla en el aceite la causa puede ser que los huevos no
sean frescos.
Cuando la
espumadera se pega a la clara, es debido a que la espumadera esté mojada o la
clara cruda; por lo tanto usar una espumadera bien seca y no tocar el huevo en
los primeros momentos.
Si los
huevos se pegan a la sartén es debido a que el aceite está frio. Calentar a
180º
Se puede
sustituir el chorizo frito por lonchas de jamón serrano pasadas por la sartén.